Franco Giorgetti espera con ansias el partido con Quilmes. Peñarol apuesta a recuperar la fortaleza como local.
Tras el final de la práctica de Peñarol y la charla del entrenador Marcelo Richotti, la arenga final para el plantel fue del capitán Leonardo Gutiérrez, ganador como pocos. Luego de los aplausos, algunos jugadores se fueron al vestuario y otros se quedaron practicando lanzamientos. Entre ellos, Franco Giorgetti, quien parece haber hecho buenas y rápidas migas con el estadounidense Rob Reed. El alero chaqueño sabe que muchas de las esperanzas “milrayitas” se basan en un potencial sólido aporte suyo. Y aunque no se autopresiona, sí expresa su convencimiento de que ésta pueda ser una buena temporada. Así dialogó con LA CAPITAL en la previa del superclásico:
– En algún momento hay que jugar con Quilmes. ¿Es mejor antes o más adelante jugar el clásico? ¿Qué preferís?
– En las últimas temporadas se ha dado esto de arrancar con el clásico. Está bueno. A mí, particularmente, me encanta, me fascina empezar con el clásico. No se necesita ninguna motivación extra ni nada. Como nos viene diciendo Marcelo (Richotti), el clásico se gana como sea. Vamos a estar faltos de ritmo, de básquet. Tenemos que concentrarnos en la defensa y dejar que el ataque fluya. Seguramente no vamos a estar precisos como queremos pero intentaremos hacernos fuertes de atrás para adelante.
– Recién, Leo Gutiérrez les decía que no pueden permitirse perder en el Polideportivo. ¿Les llegó esa arenga?
– Sí. El tiene razón. Recuerdo que cuando yo todavía no había llegado al club, Peñarol prácticamente no perdía en el Polideportivo. Perdía uno o dos juegos por temporada nada más. Jugando más o menos, no había forma de ganarle en su cancha. En la temporada pasada, permitimos que algunos rivales se llevaran triunfos que les entregamos nosotros. Y en otra época eso no pasaba. Tenemos que recuperar esa fortaleza como locales porque va a ser fundamental.
– El cuerpo técnico, la dirigencia y los hinchas confían mucho en que éste sea tu año. ¿Vos cómo lo tomás?
– Para mí, cada temporada es una ilusión y un desafio. Y siempre pienso que me va a ir muy bien. Bastante me ha tocado sufrir los inicios. En la temporada pasada había arrancado bien el primer partido y enseguida tuve el problema en el hombro. No quiero seguir perdiendo terreno. Espero poder tener de una buena vez una temporada de 60 partidos, algo que hace mucho tiempo no puedo conseguir.
– ¿Se hace difícil planificar un partido cuando no hay juegos oficiales previos propios ni del rival?
– Bueno, eso pasa en cada comienzo de torneo. Sabemos que vamos a tener información de Quilmes de sus amistosos y poco más. Por eso tenemos que fijarnos más en nosotros. Enfocarnos en la defensa y adelante tratar de hacer las cosas lo más simples posible. En situaciones similares a ésta, Sergio (Hernández) nos decía que teníamos que ganar el partido en defensa. Agarrar el rebote y salir corriendo para el otro lado. Richotti y nosotros también pensamos que ese camino es el más directo mientras ensamblamos el juego colectivo. Hay que tener en cuenta que apenas tenemos tres o cuatro entrenamientos todos juntos. Pero eso no tiene que ser una excusa, porque como nos dice Domingo (Robles), ganar el clásico no es lo más importante… es lo único.